Si te dice que no…¡Vacílala!

El «dile que no» y el «vacílala» son (f¡guras emblemáticas de la Rueda de Casino que se baila en las salsotecas de medio mun­do donde existe influencia cubana. Peto el «dile que no» que practican las chicas en las solas de baile es más antiguo que las maracas de Machín. De lo que no estoy seguro es de saber si las chicas de tiem­pos remotos lo hacían con tanto desprecio como lo hacen la mayoría de las féminas hoy en día.

Lo más doloroso que puede pasarte como bailador es que le pidas a una chica bailar y le diga que está muy cansada (buena excusa) pero al me­dio segundo la saque otro chico y ésto acepte sonriente. Así compruebas que su cansancio se ha esfumado tan rápido como tus ganas de bailar.

Existen tantas maneras de decir que no, que no hay necesidad de ser tan despectivas ni tan déspotas. A ese extremo sólo se debe llegar si el tío se pone pesado, si está muy borracho o agarra a la chica cual caverní­cola y la arrastra a la pista sin mirarla a la cara y sin preguntarle si quiere bailar. Eso lo he visto en más de una ocasión.

Chicas, claro que tienen derecho a escoger con quien bailan y con quien no ifaltaría más! Pero el «tacto» no puede dejar de estar presen­te. Sobre todo si alguien va a la discoteca para olvidar un gran problema o tiene una depresión. Estos desplantes terminan hun­diéndolo en la miseria. Los salseros que se mueven por muchas salas comprobarán que, por estadística, las latinoamericanas son las que más rechazan a los chicos, y no me llamen racista, porque yo también vengo de Sudacalandía. No sé si lo hacen por timidez o por altivez, pero te dicen que no como enfadadas, o peor, a veces ni te miran y siguen bailando entre ellas como si no existieras. ¡Eso no tiene perdón chicas! Decir que no puede ser todo un arte, si se hace bien.

BREVÍSIMO MANUAL DE EXCUSAS

Le he preguntado a mi prima Paula C qué excusa pone para no bailar con un chico y la muy sinvergüenza me ha dicho tantas, que ahora desconfío de cualquier pretexto que me ponen las chicas para no bailar. Yo sólo les transcribiré las que, según ella, son infalibles:

ESTOY CANSADA nunca falla y quedas bien… pero si enseguida viene el hombre de tu vida a sacarte y tienes que decir que no «por tacto» matarías al pendejo que te hizo perder esa ocasión.

¡ME MEO! claro que no se lo sueltas así, pero dices que tienes urgencia por ir al servicio aunque sea mentira. La vejiga no sabe de «tacto» y eso es comprensible.

ES QUE MI NOVIO ES MUY CELOSO aunque sea el típico sinvergüenza que quiere que bai­les con todos para librarse de ti y así poder bailar con todas las chicas de la disco. Tú se lo sueltas y punto, incluso, si no tienes novio.

¡LA PRÓXIMA! esto se dice cuando quieren sacarte en una canción romántica y no quieres pegarte y clamas al cielo poro que el Dj ponga una canción rápida y cortita o no ponga una bachata. Cuando no acier­tas te sacarías el tacón de aguja y lo lanza­rías hacia cabina a ver si se lo clavas entre ceja y ceja al inoportuno pincha discos.

ES QUE AHORA VOY A BEBER ALGO excusa no recomendada por el gasto económico que supone. Aunque los dueños de local esta­rían encantados contigo.

DECIRLE QUE SI PERO QUE VAS A DESPEDIRTE DE ALGUIEN Luego esperar prudéntemente que haya pasado media canción y al linal bai­las dos minutos con él y hasta pones cora de penita cuando se acaba el lema, pero leso sí! Te piras corriendo antes de que te diga ¡pues bailamos la otral. Y

O NO, PERO MI AMIGA SÍ esta frase se acom­paña con el empujón que le das o tu «amiga» por la espalda, o cuando pones la mano de él en la muñeca de ella (cual esposa policial) a la vez que los lanzas a la pista. Luego hay que huir a toda máquina, porque ol finalizar la canción la que era tu amiga irá a por ti.

PORQUE NOS DICEN QUE NO

A veces nos preguntamos por qué nos re­chazan tanto. Si te posa un par de veces en la noche, ningún problema, pero si es constante entonces tenemos que miramos y ver en qué estamos fallando. Mi amiga

Laura Fariña y mi prima Paula C se reúnen a veces a criticar a los chicos y yo paro la oreja para aprender de ellas y no incurrir en esos errores. En resumen se niegan a bailar con : chulos y creísod (que no las traten como mujeres sino como peonzas), bailadores que hagan daño (que tuerzan los dedos, disloquen hombros o las pisen con insistencia), chicos que no cuiden la higiene (y en este tema seré muy insistentes porque abundan demasiados) o con sobo­nes, pulpos o ligones patéticos. Pero si no tenemos esos inconvenientes y nos siguen diciendo que no, no es cuestión de soltar­les un moco (que es lo que más apetece y nos quedaríamos tan anchos) y mucho menos insultarlas ni llamarlas lesbianas. En estos casos sólo hay que hacer lo que les cuento a continuación.

NO DEJES DE VACILAR

El mejor remedio contra «el dile que no» femenino es vacilar, en cosí todos los sentidos que indica la palabrita en el diccionario. Vacilar significa: (1) Moverse (una persona o cosa) de un lado u otro por falta de estabilidad y equilibrio (2) Estar indeciso o titubeante: (3) Tomar el pelo a una persona o decirle cosas gloriosas en tono serio; (4) Divertirse (una persona) mien­tras está de parranda o en una fiesta: (5) verbo transitivo: Mirar deforma lasciva a una per­sona: (6) Verbo intransitivo: Presumir o darse importancia.

Salvo las dos primeras acepciones, debes apli­car el resto de los conceptos en la discoteca y !e sentirás muchísimo me¡or… aunque te digan que no.

(Autor: Juan Pachanga, revistasalseros.com)